Esta receta ha dado la vuelta al mundo, nacio en Francia y su sabor, sus colores y texturas son una delicia absoluta.

Batir el azúcar glass y la harina de almendra en una licuadora hasta que la textura quede fina, luego con un colador cuela la mezcla que acabas de hacer en un recipiente limpio.
Por otra parte, en un vol coloca las claras de huevo batir hasta que obtengas (punto de nieve). Es más fácil si añades la pizca de sal en las claras. Incorpora el azúcar poco a poco, sigue batiendo y obtendrás una mezcla más brillante, añade la vainilla y el colorante.
Por último, incorpora las claras en el recipiente con la harina y batir a mano con movimientos envolvente hasta que se incorporen todos los ingredientes.
En una manga de repostería, coloca la mezcla y en una bandeja metálica forrarla de papel parafinado.
Precalienta el horno hasta 140 grados por 10 a 15 minutos, hasta que el exterior se vea crocante.
La preparación consiste en echar el azúcar en polvo, la mantequilla y la vainilla en una taza para batir hasta que quede esponjoso. Una vez notes que está listo, unta las galletas en los lados planos y coloca una galleta encima de la otra, como si estuvieses preparando una oreo. Ya solo tendrás que envolverlo en plástico y meterlo en el refrigerador.
Ingredients
Directions
Batir el azúcar glass y la harina de almendra en una licuadora hasta que la textura quede fina, luego con un colador cuela la mezcla que acabas de hacer en un recipiente limpio.
Por otra parte, en un vol coloca las claras de huevo batir hasta que obtengas (punto de nieve). Es más fácil si añades la pizca de sal en las claras. Incorpora el azúcar poco a poco, sigue batiendo y obtendrás una mezcla más brillante, añade la vainilla y el colorante.
Por último, incorpora las claras en el recipiente con la harina y batir a mano con movimientos envolvente hasta que se incorporen todos los ingredientes.
En una manga de repostería, coloca la mezcla y en una bandeja metálica forrarla de papel parafinado.
Precalienta el horno hasta 140 grados por 10 a 15 minutos, hasta que el exterior se vea crocante.
La preparación consiste en echar el azúcar en polvo, la mantequilla y la vainilla en una taza para batir hasta que quede esponjoso. Una vez notes que está listo, unta las galletas en los lados planos y coloca una galleta encima de la otra, como si estuvieses preparando una oreo. Ya solo tendrás que envolverlo en plástico y meterlo en el refrigerador.